La verdadera justicia debe ser fría, implacable, desapasionada. Y para aplicarla, Dios decidió que cada generación contara con treinta y seis Justos, los tzadik, hombres anónimos que mantienen el equilibrio entre el Bien y el Mal sobre la faz de la Tierra. Justo Ledesma es uno de ellos. Un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejó de serlo hace tiempo. Un hombre cansado que, consciente de que su fin está cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta años después.Escrito en una primera persona de estilo directo y peculiar, Justo esconde un triple relato: el de una vida dedicada a una misión sagrada, el de una venganza y el de la nostalgia por un tiempo cada vez más lejano, por unas calles cada vez más ajenas, por una ciudad moribunda que se desangra víctima de sus propios anhelos, de sus propios errores.
La verdadera justicia debe ser fria, implacable, desapasionada. Y para aplicarla, Dios decidio que cada generacion contara con treinta y seis Justos, los tzadik, hombres anonimos que mantienen el equilibrio entre el Bien y el Mal sobre la faz de la Tierra. Justo Ledesma es uno de ellos. Un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejo de serlo hace tiempo. Un hombre cansado que, consciente de que su fin esta cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta anos despues. Escrito en una primera persona de estilo directo y peculiar, Justo esconde un triple relato: el de una vida dedicada a una misin sagrada, el de una venganza y el de la nostalgia por un tiempo cada vez ms lejano, por unas calles cada vez ms ajenas, por una ciudad moribunda que se desangra vctima de sus propios anhelos, de sus propios errores.