Enrique Gonzalez apuesta por una nueva forma de comprender el Evangelio partiendo de el y no de una tradicion filosofica anterior que perturbe y dificulte su mensaje. El ttulo del presente libro invita a hacer una nueva filosofa cristiana, distinta de la vieja: esta, en lugar de partir del Evangelio para comprenderlo con conceptos filosficos apropiados a l, lo fuerza a adaptarse a unas categoras previas y ajenas que perturban el mensaje revelado porque cosifican al hombre y, por tanto, a Dios. Ello ha perjudicado notablemente a la propia teologa, que siempre demanda a la filosofa nuevos y ms aptos conceptos. Pero al no ser propuestos, sigue utilizando inercialmente los viejos, y hasta parece afirmar -resignada- que, como no hay otros, debe seguir edificndose sobre la Escolstica, considerada como la nica filosofa cristiana porque no conoce otra. Hoy se nos pide realizar la tarea inversa: intentar comprender el Evangelio con categoras ms apropiadas, partiendo de l y no de una tradicin filosfica anterior que ha gravitado excesivamente sobre el mismo. Esta empresa urgente pide la renovacin de nuestros viejos conceptos, obsoletos o inadecuados en el mundo moderno.
Enrique González apuesta por una nueva forma de comprender el Evangelio partiendo de él y no de una tradición filosófica anterior que perturbe y dificulte su mensaje.
El título del presente libro invita a hacer una nueva filosofía cristiana, distinta de la vieja: esta, en lugar de partir del Evangelio para comprenderlo con conceptos filosóficos apropiados a él, lo fuerza a adaptarse a unas categorías previas y ajenas que perturban el mensaje revelado porque cosifican al hombre y, por tanto, a Dios. Ello ha perjudicado notablemente a la propia teología, que siempre demanda a la filosofía nuevos y más aptos conceptos.
Pero al no ser propuestos, sigue utilizando inercialmente los viejos, y hasta parece afirmar -resignada- que, como no hay otros, debe seguir edificándose sobre la Escolástica, considerada como la única filosofía cristiana porque no conoce otra. Hoy se nos pide realizar la tarea inversa: intentar comprender el Evangelio con categorías más apropiadas, partiendo de él y no de una tradición filosófica anterior que ha gravitado excesivamente sobre el mismo. Esta empresa urgente pide la renovación de nuestros viejos conceptos, obsoletos o inadecuados en el mundo moderno.