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Álvaro Cunqueiro (22 de diciembre de 1911, Mondoñedo, Lugo-28 de febrero de 1981, Vigo)
Estudia Filosofía y Letras en la Universidad de Santiago de Compostela entre 1927 y 1934; sin embargo, no llega a licenciarse. Desilusionado de la universidad y hastiado de los planes de estudio abandona la carrera en 1935.
En la década de los treinta comienza a colaborar como redactor en varias revistas culturales. En 1931 publica su primer libro de poemas, Mar ao Norde, que será un éxito de crítica. En 1932 publica Cantiga nova que se chama Riveira, que obtendría al año siguiente el premio literario Gil Vicente. Con estas dos obras Cunqueiro ocupó con derecho pleno un lugar destacado en el campo poético en lengua gallega, unido a la vanguardia. Al mismo tiempo, Cunqueiro compagina su labor poética con la creación de proyectos editoriales y literarios.
Durante la Guerra Civil, vinculado al nacionalismo conservador del Partido Galeguista, trabaja como profesor en el colegio Santa Marta de Ortigueira y colabora asiduamente en el semanario de la institución. En 1938 se da de alta en el Registro General de Periodistas y comienza a ser conocido por su trabajo en castellano en las publicaciones Pueblo gallego de Vigo, La voz de España y ABC.
1940 será un año decisivo para la consagración literaria de Cunqueiro en el Madrid de la inmediata posguerra. Era ya un periodista cada vez más conocido y su presencia en la vida cultural de principios de los cuarenta era, también, cada vez mayor. En 1944, sin embargo, es expulsado de la carrera periodística a raíz de un incidente diplomático.
En estos años publica Elegías y canciones (1940) y también sus conocidas obras de teatro Rogelia en Finisterre (1941), El caballero, la muerte y el diablo y otras dos o tres historias (1945), La balada de las damas del tiempo pasado (1945), y San Gonzalo (1945).
En la década de los cincuenta ven la luz algunas de sus obras literarias más conocidas: Merlín yfamilia (1955), El caballero, la muerte y el diablo y As crónicas de Sochantre (1956).
En 1961 ingresa en la Real Academia Gallega. En 1965 asume la dirección del diario Faro deVigo y del Diario Deportivo.
Como escritor recibió numerosos premios, entre los que destacan el Premio Nacional de la Crítica (1960) y el Premio Nadal (1968), y como periodista, el afamado Premio Conde de Godó (1966). En 1980 es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Santiago de Compostela.
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