Tras la Segunda Guerra Mundial, los japoneses encontraron en la literatura existencialista de Sartre la atención a la corporalidad carnal que el ultranacionalismo imperial les había negado al exigir el sometimiento del cuerpo del súbdito a los intereses de la nación. En esta época comienza a escribir el que será futuro premio Nobel de Literatura, Kenzaburo Oé (1935). Formado en literatura francesa y en las doctrinas sartreanas, los comienzos literarios de Oé oscilan desde la tonalidad mítica y romántica de sus primeras obras hasta el existencialismo pleno que representa su novela Una cuestión personal (1964). La incidencia de las tradiciones filosóficas japonesas y las peculiaridades biográficas del autor, padre de un hijo nacido con cierta discapacidad psíquica, motivan un existencialismo sui generis que da cabida al deseo de empezar un proyecto nuevo para la humillada nación japonesa al tiempo que sienta las bases para la regeneración y el humanismo que Kenzaburo Oé propone no sólo para su propio país, sino para la incisiva crisis de valores que afecta a todas las sociedades contemporáneas.