Este libro es una reflexión sobre La enseñanza de la arquitectura. Pero no solo es una reflexión, va más allá´ y elabora una propuesta. Para ello desentraña el funcionamiento de la intuición y de la toma de decisiones apoyándose en los mecanismos del funcionamiento del cerebro que propone la neurociencia. Los arquitectos necesitamos saber como funcionan las cosas. Es a partir de este conocimiento que podemos proyectar y construir. El autor no olvida nuestra formación y la base de su teoría y de su propuesta es absolutamente empírica. No podía ser de otra manera. Aquí nos aproximamos a descubrir como funciona la intuición de la que u 'nicamente sabíamos que existe. Descubrir, sacar a la luz más bien, porque descubiertos ya lo estaban, los mecanismos en la toma de decisiones es un paso decisivo. El autor procede como un arqueólogo, limpiando y proyectando en nuestra disciplina lo que ofrece la neurociencia. Recordemos que la arquitectura debe más a otras disciplinas que a ella misma. La construcción es un paquidermo que avanza muy despacio, que deglute todo lo que ve. Igual que avanzo´ gracias a los paquebotes, a la ciencia aeronáutica, y tristemente a los conflictos bélicos, ahora parece que es la neurociencia que nos enseña.
Este libro es una reflexio¿n sobre La ensen anza de la arquitectura. Pero no solo es una reflexio¿n, va mäs allä y elabora una propuesta. Para ello desentran a el funcionamiento de la intuicio¿n y de la toma de decisiones apoyändose en los mecanismos del funcionamiento del cerebro que propone la neurociencia. Los arquitectos necesitamos saber co¿mo funcionan las cosas. Es a partir de este conocimiento que podemos proyectar y construir. El autor no olvida nuestra formacio¿n y la base de su teori¿a y de su propuesta es absolutamente empi¿rica. No podi¿a ser de otra manera. Aqui¿ nos aproximamos a descubrir co¿mo funciona la intuicio¿n de la que u¿nicamente sabi¿amos que existe. Descubrir, sacar a la luz mäs bien, porque descubiertos ya lo estaban, los mecanismos en la toma de decisiones es un paso decisivo. El autor procede como un arqueo¿logo, limpiando y proyectando en nuestra disciplina lo que ofrece la neurociencia. Recordemos que la arquitectura debe mäs a otras disciplinas que a ella misma. La construccio¿n es un paquidermo que avanza muy despacio, que deglute todo lo que ve. Igual que avanzo¿ gracias a los paquebotes, a la ciencia aeronäutica, y tristemente a los conflictos be¿licos, ahora parece que es la neurociencia que nos ensen a.