«En el siglo XX, en Europa», dice el narrador, «no queda lugar para tierras misteriosas ni anacrónicas aventuras robinsonianas.» Pero un joven seminarista, excelente traductor del griego y del latín, y absoluto ignorante de los códigos del mundo, se ve compelido a protagonizar una extraña peripecia.En El año de Gracia se reúnen muchos de los elementos de la novela clásica del género ¿tempestades, naufragios, una isla desierta e, incluso, un especialísimo y ocurrente salvaje.¿ pasados por el tamiz peculiar al mundo onírico de la autora. Cristina Fernández Cubas cambia ahora, en su primera novela, los espacios cerrados, a los que nos tenía acostumbrados, por la ominosa libertad de unas tierras sin nombre. El resultado es El año de Gracia : una original e inquietante aventura que nos hace desear un buen fuego y afuera, tras los cristales, una magnífica noche de tormenta.