Vicio y virtud: dos polos opuestos… El vicio, al principio, es dulce y halagador; luego se vuelve amargo y penoso. La virtud, al principio, es amarga y penosa, pero después se vuelve dulce y halagadora. Parece un simple juego de palabras, pero no lo es. A lo largo de toda esta obra, el autor, que se reconoce a sí mismo como exadicto, se basa sobre esta pareja de oposiciones, apelando a simples metáforas y a refranes populares, para afirmar rotundamente que la droga es vicio y, sin esta, practicando la virtud, se vive mucho mejor. Parte de explicar cuáles son las drogas detallándolas, diferenciándolas de aquellas que son consideradas medicamentos. Se explaya acerca de la religión, el yoga, la meditación, los ámbitos saludables, considerándolos como escudos protectores para no incursionar en la droga. Y, en el caso de que no hayas podido lograrlo por diferentes motivos, te va dando valiosos consejos y técnicas para que puedas salir de esa funesta adicción, porque, sin duda, sin drogas se vive mejor y se puede ser feliz. TE PUEDES COLOCAR MÁS SIN DROGAS QUE CON DROGAS.