Este libro es una especie de preámbulo.
Cada palabra que aquí se diga será usada en el segundo texto como una rama, una raíz, una luz o una pedrada. Palabras que, a su vez, ya han sido dichas en otros libros.
No se trata de una advertencia.
Es apenas una de tantas señales que se encuentran por el camino.
Avisoramiento incompleto del devenir.
Luzaso que quema. Avitores.
La estampa final que se mira dibujada. Allá, al final de la canción.
Lo que queda del eco del dolor.
El silencio.
La oscuridad...
...y dicen que será terrible.
Bukele. ¿Qué hace Bukele en mitad del caos? ¿Mesías? ¿Profeta? ¿Redentor? ¿Apóstol irredento? ¿Testigo advenedizo? ¿O un dolor más en todo este desgaste? ¿Una víctima más del destino?
En este libro aparece de manera ignota, San Mateo, rebuscando lo que se le olvidó en sus evangelios. Ya lo dijimos, esto es apenas una piedra. Guijarro. Mota. Polvo. Ligero e imperceptible soplo. Un guiño que le creímos al enemigo.
Esperemos que no se convierta en un Efecto Mariposa.