Este texto da cuenta de una investigación orientada a contestar las preguntas: ¿Cuál es la dimensión política de la escuela?, ¿Qué papel se le ha dado al cuerpo en la escuela? y ¿qué papel ocupa la escuela en el entramado del poder social? Para ello se apoya en el concepto foucaultiano de Biopoder, que permite pensar la escuela como un mecanismo viviente, organizado mediante técnicas Anatomopolíticas y Biopolíticas.
La Anatomopolítica como mecanismo enfocado hacia la producción del cuerpo humano caracteriza diversos procesos de la escuela, siendo esta una institución disciplinaria que produce efectos de individualización y docilización de los cuerpos de los educandos, tornándolos útiles. Las técnicas de adiestramiento disciplinario individualizan cada cuerpo como un organismo dotado de capacidades. La Biopolítica, conjunto de técnicas para administrar la vida de la población, también atraviesa la escuela al volverla un lugar de análisis de una población estudiantil sujeta a controles y regulaciones de carácter estadístico. Opera como una máquina que produce efectos de estandarización, en tanto que organiza las fuerzas de esta población (el cuerpo estudiantil como cuerpo social) en función del registro y la previsión de series de acontecimientos que la afectan aleatoriamente. En la escuela tiene lugar una intervención política y unas relaciones de poder que buscan producir una corporeidad y una subjetividad específicas, también es la instancia donde se controlan los procesos que afectan al conjunto de los educandos y docentes.