Planificar el crecimiento urbano es mucho más que un requisito o un asunto técnico, es un acto de responsabilidad territorial con los habitantes de hoy y del futuro. Dentro de esa planeación, con miras a la construcción y el funcionamiento de ciudades más sostenibles, el transporte es un componente fundamental, sobre todo si tomamos en consideración la agenda global que busca mitigar el cambio climático y controlar sus efectos en diferentes ámbitos.
Con el propósito de contribuir a dicha agenda, en este libro se propone una herramienta para la evaluación de la sostenibilidad (actual) y de la capacidad de soporte (futura) de los sistemas de transporte urbanos, con el objetivo de que permita comparar los avances de distintas ciudades, alertar sobre las perspectivas futuras y generar datos relevantes para priorizar actuaciones desde la gestión y la política públicas.