La creciente fama de la quinua como superalimento global ha trastocado la realidad económica de los campesinos quechuas que cultivan este grano desde hace milenios. Sobre la base de un exhaustivo trabajo de campo en Huanoquite (Cusco), Seligmann analiza las historias humanas detrás de esta transformación y rastrea las consecuencias mixtas de la popularización de la quinua. Su trabajo muestra la importancia de entender la interacción compleja entre la cultura quechua, las políticas alimentarias, la expansión de la minería en los Andes, las iniciativas de desarrollo y la historia agraria de la región. El nuevo papel de la quinua como producto deseado dentro y fuera del Perú fomenta sueños y aspiraciones de una vida mejor, pero también conjura el temor ante un potencial expolio económico y emocional, pone en peligro los medios de vida locales, cataliza la ansiedad y mina la energía, e incluso el sentido de identidad, de quienes, como en Huanoquite, la cultivan y comercializan.