Las Églogas del engaño o comedia del hombre constituyen una obra moralizante y pedagógica: Gracilvio -representación del ser humano- es el objetivo de las fuerzas del mal que procuran corromperlo, pero los padres, los buenos amigos y la protección divina ayudan a salvarlo de los peligros que lo amenazan. Son un mosaico donde la familia, la escuela y la vida en sociedad están representadas. También se resaltan los valores más apreciados de la vida cotidiana juvenil en Nueva España: la disciplina, el respeto y la responsabilidad de los jóvenes ante las consecuencias de sus actos. Como ejercicio donde se combinan literatura y pedagogía, las Églogas del engaño ... son una muestra fundamental del teatro posterior a la evangelización y anterior a sor Juana, pero también una exhibición de la notable habilidad creadora de Juan de Cigorondo. Con ellas se añade un eslabón más a la historia del teatro en México.