Las razones y expectativas del autor para esa convocatoria las podrá decir él, no me corresponde a mí deducirlas, como tampoco me arrogo la función exegética de su obra. En todo caso, cuando Gastón Nuñez me propuso esta labor y, luego, me envió su manuscrito, yo me he sentido invitado a pensar con su texto.
He mencionado ya dos variables de la subjetividad: la representación, con las limitaciones que supone, y el pensamiento, con sus posibles nexos con lo pensado, con su materia estimulante.