A partir de esas argumentaciones y reflexiones este libro nos autoriza a interrogar e interpretar acerca de lo que pasa cuando las palabras y los deseos están mediados por las tecnologías y dispositivos de telecomunicación. ¿Adónde ha quedado el deseo entre esos matchs que pueden darse de a miles en una producción serial de potenciales encuentros?En esta apropiación del lenguaje por los dispositivos del espectáculo, según califica a las sociedades el libro de Nuñez y Martyniuk, lo que ya no hay es un lugar para el Otro. En esa clave, es importante resaltar para concluir, que este libro no solo analiza las singularidades de un tiempo presente y sobre el cual urge la reflexión, sino que también se atreve a interrumpir lo que cada uno de nosotros hace con todo eso a disposición, para que lo empecemos a interrogar, para que retomemos un lugar de la pregunta por el sentido, y la anudemos con el lenguaje y con nuestras prácticas. No es sencillo explorar lo que sucede con el deseo en un universo colmado de imágenes y en el que completamente todo lo podemos ver o hacer visible. Pero por eso mismo, resulta todavía más inquietante y necesario preguntar, y eso es lo que este libro produce. Es un libro cuyo valor radica en que nos deja abierto el lugar de la urgencia y de lo incierto, para que exista una nueva preocupación, propia o de la que debemos reapropiarnos: ¿adónde nos ha quedado guardada nuestra intimidad?