Durante la dictadura cívico militar del general Augusto Pinochet Ugarte operó una agrupación ilícita organizada por él y por oficiales de su círculo de mayor confianza, acusada de cometer graves ilícitos, como el secuestro y asesinato del coronel Gerardo Huber y el tráfico de armas a Croacia, entre otros delitos, orientados al enriquecimiento indebido. El poder y sistema de represión imperantes durante diecisiete años permitieron que el Clan se desenvolviera con gran impunidad. Tal fue el poder acumulado que subsistió hasta el año 2008.