Leemos menos, pero creemos estar mejor informados. Estamos mäs conectados, pero nunca la soledad ha sido mäs punzante. Proclamamos los derechos humanos, pero se vulneran impunemente los mäs bäsicos, los de los mäs vulnerables.
Es momento de lucidez, de anälisis, de sentido comu¿n, de lectura, de tratar de comprender mejor el ser humano en toda su grandeza. Por eso el autor en estas li¿neas nos invita a redescubrir la fdelidad, el respeto a los mayores, el amor por la vida, el equilibrio, la fe. Su mensaje interpela, desafi¿a, expone verdades inco¿modas, invita a la esperanza y a la accio¿n.